La Habana en su totalidad merece ser paseada de punta a punta. En cada calle, en cada esquina, en cada plaza, algo le llamará la atención al visitante y dependiendo del prisma que se mire, muchos serán los escenarios. Con este post, queremos invitarles a pasear por Centro Habana, municipio donde se encuentra ubicado nuestro alojamiento turístico.
Centro Habana es uno de los tres municipios habaneros preferidos por el turismo internacional. Estar ubicado entre la Habana Vieja y el Vedado ayuda mucho a que así sea. En él existen muchas riquezas arquitectónicas, culturales e históricas que se escapan a los ojos de los que deciden pasear por Centro Habana. Como por ejemplo, estas que les dejamos a nuestros clientes y lectores de nuestro Hostal Habana Hierbabuena.
Metiéndonos superficialmente en la historia y antes de pasear por Centro Habana, es necesario saber que por esta zona es por donde comienza a crecer La Habana, una vez derrumbadas las murallas que la protegían. Su desarrollo urbanístico en el siglo XVIII fue espontáneo. Pero a principios del XIX con la aplicación de la cuadrícula hipodámica a la trama urbana se rectificaron calles y se trazaron otras que dieron como resultados barrios con forma de cuadriláteros, calles rectas y con características arquitectónicas homogéneas.
Pasear por la Avenida Carlos III
Algo que identifica a este municipio son sus grandes calzadas con portales. Hoy le proponemos pasear por Centro Habana por la Avenida Salvador Allende, nombre oficial que tiene actualmente la avenida que todos los cubanos conocemos como Carlos III y que la encontraremos nada más salir de nuestro hospedaje en Centro Habana.
Esta avenida, una de las principales arterias de la capital y la avenida citadina más ancha de Cuba, se creó entre 1836 y 1850. Su primer nombre fue Paseo de Tacón, por su creador Miguel Tacón que fue gobernador de Cuba en los años 1834 y 1838 e impulsor de muchas reformas de embellecimiento de la capital. El objetivo inicial de la misma era dotar a la ciudad de un paseo de recreo y esparcimiento, pero también tenía su objetivo defensivo. Se necesitaba unir el centro de la ciudad con el Castillo del Príncipe para darles una mejor movilidad a las tropas. Más tarde, tras instaurar en ella una estatua del rey español, se le cambió el nombre al de Avenida Carlos III y aunque ha tenido otros nombres, como Avenida de La Independencia, siempre ha prevalecido en los cubanos el de Carlos III.
A principios del siglo XX, esta zona era el mayor centro comercial de toda Cuba y en esta Avenida Carlos III por la que iniciamos nuestras ganas de pasear por Centro Habana, junto con la de Reina y Malecón, fue donde se asentaron las clases adineradas de la época. De ahí la riqueza arquitectónica de la misma. Las fotos antiguas encontradas en internet de esta avenida dan una idea de la importancia y belleza de antaño. Es una pena que con las transformaciones haya perdido algo de su encanto inicial y en ella solo se conserven algunos valores arquitectónicos.
Edificios significativos en Carlos III
Entre las edificaciones que más sobresalen en la misma están las antiguas viviendas pareadas del año 1892,ubicadas en el número 551-553 y que actualmente son una escuela; el edificio del Ministerio de Industria Básica, lo que antes fuera la Compañía Cubana de electricidad y el Gran Templo Nacional Masónico, edificio fácilmente identificable por estar coronado por un globo terráqueo que sostiene el símbolo de la masonería y que merece la pena entrar, al menos hasta su vestíbulo, para ver la estatua de José Martí, el héroe nacional que también fue masón.
Y como última recomendación para aquellos que deciden pasear por Centro Habana es ir a uno de los pocos pulmones verdes de la Ciudad de La Habana: La Quinta de los Molinos.
Esta finca, declarada monumento nacional es una zona agradable y muy recomendada para realizar un paseo de tarde, dónde podrán observar especies de plantas y de aves autóctonas. Es un sitio muy bonito, poco conocido por los turistas y que tiene mucha historia por haber sido residencia de los capitanes generales en la época colonial y también de uno de los héroes mambises más conocidos, como fue Máximo Gómez. Además de haber albergado el Jardín Botánico de La Habana.
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